Goteras, cables al aire pegados a
tuberías antiincendios, agujeros en el pavimento, mugre, falta señalización
horizontal para poder aparcar. Son las graves deficiencias que denuncian los
trabajadores del Servicio Municipal de Vehículos, junto a una interminable lista de
incumplimientos y violaciones del convenio colectivo por parte de Dornier
Alcobendas, la actual adjudicataria del servicio.
IU-LV Alcobendas lo ha denunciado a través de una moción al pleno exigiendo al Ayuntamiento que obligue a la empresa a cumplir el convenio colectivo y a mantener las instalaciones y las grúas en condiciones adecuadas y de seguridad. Las condiciones tanto de las instalaciones, como de las grúas son más propias de un país tercermundista que de una ciudad como Alcobendas.
Los trabajadores aseguran que han tenido que coger sillones de la basura para tener un sitio donde sentarse en su hora de descanso, y que ellos mismos tuvieron que pintar la zona de descanso con pintura que les facilitó la empresa. Pero no es sólo el edificio, el estado de las grúas, su principal material de trabajo, es también “lamentable” y según los trabajadores suponen un riesgo tanto para ellos, como para los demás ciudadanos.
Las condiciones laborales están en la mima línea, ya que Dornier Alcobendas las ha preacarizado aún más a base de incumplimientos reiterados del convenio colectivo: Se ha pasado de trabajar un fin de semana al mes a trabajar dos o tres, ha aumentado el número de festivos a trabajar, sueldos por debajo de 1.000 euros, inasumibles para una familia, sueldos congelados, han dejado de pagarse los trienios, etc. Es una lista interminable de abusos que responden únicamente a la exigencia de la empresa de mantener un margen de beneficio de más del 30%, a costa de los trabajadores.
La respuesta del PP
El Grupo Municipal exigió al Ayuntamiento que deje de mirar hacia otro lado, argumentando que es un problema laboral interno, y que actúe para obligar a Dornier a respetar los convenios, a negociar con los trabajadores y a mantener las instalaciones municipales en buenas condiciones. La respuesta ha sido la demagogia y la herencia recibida. Dicen que no hay dinero. Nunca hay dinero para los servicios públicos, pero todo puede cambiar, y cambiará.
A pesar de reconocer las urgentes necesidades del Depósito, y la precariedad en la que conviven los trabajadores de la empresa Dornier, adjudicataria del servicio, el PP se lava las manos, “como si no si se tratara de una contrata pública, que está utilizando instalaciones y material que pertenecen al Ayuntamiento”, afirma Benito. Según Cubián harían falta 900.000 euros para solventar y reparar las deficiencias, y “nosotros preferimos invertir ese dinero en los colegios públicos”, y se han negado incluso a valorar una reparación escalada y a plazos.
La precarias condiciones laborales de los trabajadores frente a los abusos continuados de Dornier, también le son indiferentes al PP. “Sabemos que no tienen convenio colectivo. Pero ¿qué le vamos a hacer?”. Con este desprecio despachaba Cubián la moción, asegurando que es un conflicto laboral interno, a pesar de estar informado de la negativa continuada de la empresa a reunirse con los trabajadores para negociar un convenio colectivo.
“La
pasividad del Ayuntamiento es tan intolerable como la situación en la que están
obligados a trabajar los gruistas y controladores”, asegura Benito, que informó
al pleno que IU-LV votará en contra si esta empresa vuelve a ganar el concurso
para la explotación del servicio. Hoy mismo, los trabajadores ha intentado
reunirse con responsables de la empresa y ante su negativa a negociar un
convenio, ha confirmado la huelga y la movilización que llevarán a cabo el
próximo jueves 27 de noviembre.
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