La crisis económica esta teniendo consecuencias muy negativas para la vida de las mujeres, de nuevo tenemos que enfrentarnos a ser relegadas al ámbito doméstico, roles que creíamos superados, el hogar, la crianza, los cuidados y los trabajos peor pagados. La precariedad, la inestabilidad, los contratos a tiempo parcial, etc. es la oferta laboral para las mujeres.
La reforma de las pensiones, el retraso de la edad de jubilación y la anulación de algunos tipos de pensiones no contributivas, además, favorecen un mayor empobrecimiento femenino y un empeoramiento en la vida de las mujeres.
Debemos reconocer que la violencia de género es una cuestión estructural, que hay que erradicar desde todos los ámbitos, por lo que es necesario modificar la Ley para redoblar esfuerzos y exigir el desarrollo de medidas integrales y transversales, que impliquen a todos los estamentos sociales y políticos.
En este contexto, se elimina el Ministerio de Igualdad, que aunque sin competencias exclusivas en igualdad de género y sin un presupuesto significativo, representaba simbólicamente la aspiración del movimiento de mujeres. Otro síntoma de la desconsideración institucional es la eliminación del Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid, que suponía un 0,007 del presupuesto. La desaparición de este consejo, imprescindible órgano de participación, no compensa el ahorro que significa y deja a las mujeres madrileñas sin representación en el Consejo de la Mujer de España.
La reforma de las pensiones, el retraso de la edad de jubilación y la anulación de algunos tipos de pensiones no contributivas, además, favorecen un mayor empobrecimiento femenino y un empeoramiento en la vida de las mujeres.
Debemos reconocer que la violencia de género es una cuestión estructural, que hay que erradicar desde todos los ámbitos, por lo que es necesario modificar la Ley para redoblar esfuerzos y exigir el desarrollo de medidas integrales y transversales, que impliquen a todos los estamentos sociales y políticos.
En este contexto, se elimina el Ministerio de Igualdad, que aunque sin competencias exclusivas en igualdad de género y sin un presupuesto significativo, representaba simbólicamente la aspiración del movimiento de mujeres. Otro síntoma de la desconsideración institucional es la eliminación del Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid, que suponía un 0,007 del presupuesto. La desaparición de este consejo, imprescindible órgano de participación, no compensa el ahorro que significa y deja a las mujeres madrileñas sin representación en el Consejo de la Mujer de España.
Manifiesto de Mujeres de IU-CM ante el 8 de marzo de 2011 http://www.iucm.org/index.php/areas/mujer/1108-manifiesto-8-de-marzo
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